Podria decirse que estar en este pais ha sido como unas vacaciones dentro del viaje. No quiero decir con esto, ni mucho menos, que el resto del viaje haya sido como currar de ocho a ocho.....pero es que en el reino thai es todo tan facil... bungalows a dos euros por barba (o por bigote segun la temporada), autobuses con aire acondicionado.... incluso supermercados donde vendian algo tan normal, para un espanol, como pan o queso, tan dificil de encontrar en el sudeste asiatico.
Lo primero que hicimos fue un tour de tres dias en moto por el norte, con un par de coleguitas belgas muy majetes. La verdad que molo mucho condicir por esas carreteruchas en medio de la selva. Hicimos turismo aunque no mucho. Lo que si hicimos fue empezar a disfrutar de esa excelente gastronomia thai y de la cerveza Chang. Tambien cometimos el error de levantarnos un dia a las 6 am. para presenciar un espectacular amanecer. Craso error porque, aparte de chupar un frio del carajo en plena montana, la puta niebla no dejo ver el sol hasta bien entrada la manana.....total, de vuelta a la cama.
Despues pasamos de refilon por Chiang Mai, donde lo mas significativo fue encontrarnos con Scott, el americano de Dali en China (que sigue de los cohetes).
Y entonces llegamos a Pai, un pueblito muy chulo rodeado de cascadas, geysers, montanas bien tochas, aldeas donde apenas llegan guiris y una interesante mezcla de personajes. Como estabamos muy a gusto alli nos pasamos una semana larga y, para ser sinceros haciendo mas bien poco, pero es que era momento y lugar para relajarse despues de tanto extres.....je je.
En esa epoca Pai recibe bastantes turistas, muchos de ellos thais que huyen del calor del sur. Luego hay tambien una buena coleccion de mochileros principiantes del hipismo y otra compuesta por aquellos que ya pasaron el examen hace anos (muchos de estos ultimos, ya regentan un negocio en el pueblo).
Cuando cae el sol, se monta el mercado callejero. Ese lugar donde no tendras problema para degustar ricos pinchos a la brasa o excelente comida thailandesa a precios de risa. Mucho mas facil sera comprarte una camiseta con la iconografia bobmarleyana.
Nada mas llegar nos sacamos una pandilla de lo mas peculiar. Desde Taka, un hippie-rasta japones que fumaba escorpiones, hasta Steve, un loco solitario ingles que bebia de todo menos agua, pasando por el propietario de los bungalows, que parecia haberse caido de joven en una marmita de opio. Con semejante fauna y Pablo, con guitarra nueva del estrinke, podreis imaginar que las veladas frente a la hoguera no tenian desperdicio....solo hubiese faltado traernos a Scott de Chiang Mai para tener repoker de ases....
Con esta tropa y otros que fueron llegando, celebramos la fiesta de la luna llena (con lanzamiento de globo incluido) y el festival de la patata, donde la tortilla espanola dejo el pabellon bien alto.
Casi llorando y con resaca salimos de Pai. En nuestra siguiente parada nos encontramos con David y Zeta, un par de aragoneses muy majetes, con los que hicimos el camino por la frontera con Myanmar en el 4x4 que tenian alquilado. Cierto es que mola subirse a un coche despues de haber viajado en medios de transporte tan cutres como los que nuestros traseros habian catado en los ultimos meses.
Con Zeta y David llegamos a Bangkok....Esta ciudad puede resultar descarada e incluso sordida si lo que andas buscando es juerga y desenfreno. A ver, si eres gente responsable y recatada como nosotros no tiene porque sucederte nada malo....
Nunca te fies de los conductores de tuk-tuk y menos cuando ya sean mas de las ocho de la noche o estes pedo. Si lo haces, a buen seguro acabaras viendo, entre otras muchas cosas, como una senora de mediana edad se gana la vida encestando, con indudable destreza eso si, pelotas de ping-pong en un vaso. La cuestion es que no es precisamente con las manos con la parte del cuerpo con la que realiza los lanzamientos....
Tras 4 (o tal vez 6) dias en Bangkok decidimos que echabamos mucho de menos la playa. Fue entonces cuando nos dirigimos a Koh Chang, esa isla al sur-este de la capital thai. Se estaba tan mal que nos quedamos alli casi tres semanas... Y es que durante este tiempo no vimos ni una nube en el cielo, lo que resulto en que nuestros cuerpos recuperaron el bronceado que se merecian.
Lo cachondo de esta isla es que se puede alternar la tranquilidad absoluta, con las fiestacas playeras mas locas en el lado contrario de la isla. Nosotros, como buenos santoneses, supimos buscar el justo equilibrio entre guerra y paz.....y entonces llegaron La Lina y El Pi....
Como ya llevabamos diez dias es la isla, ya nos habiamos hecho nuestra propio pandilla. No hace falta decir que eramos casi todos castellano parlantes (y es que es tan facil hablar en tu lengua materna)....Santi y Noe de Argentina, Borja y Alex de Barcelona, Jo de Londres, dos santoneses, La Lina y El Pi...y esporadicamente un italiano loco/majo que respondia al nombre de Hugo.... italiano de la cabeza a los pies....such a playboy.
Aunque aun no lo supiesemos, ese momento empezo lo que iba a ser un largo, largo viaje de muchas horas atravesando 3 paises.....la explicacion, en la proxima entrega.